La App Store y
la Google Play Store cuentan por centenares de miles las
aplicaciones móviles que integran sus respectivos catálogos. Entre ellas
podemos encontrar apps de productividad, juegos, herramientas
de mensajería o complemento de estilo para nuestros terminales.
Sin embargo, conseguir monetizar y ganar dinero con una
aplicación móvil no resulta tan sencillo como parece. No en vano, en la
conciencia de consumo de la mayoría de los usuarios se ha implantado ya el
modelo de gratuidad a la hora de instalar las apps, dificultando así el pago
por su descarga, pero la publicidad ‘in-app’ (esto es, anuncios que se muestran
a modo de banner mientras la persona está utilizando la aplicación) no
termina de resultar económicamente viable para muchos desarrolladores, ya que
exige una base de usuarios extremadamente amplia para que venga a cuenta.
Buscando el nicho de mercado
Antes de
plantearnos las mejores vías para rentabilizar una aplicación móvil debemos
asegurarnos de que hay público e interés por la misma, ya que en caso contrario
cualquier modalidad por la que optemos resultará, inevitablemente, en fracaso.
Así pues, tratar de desarrollar una aplicación que realice las mismas funciones
que otras mil ya disponibles en las tiendas oficiales de iOS y Android no
sólo es un esfuerzo innecesario, sino que además comprometerá la viabilidad
económica del proyecto, ya que cada nueva app que se suma a la batalla tiende a
disgregar y fragmentar aún más la tarta de ingresos disponible para ese
segmento.
¿App gratuita o de pago?
Una
vez que hayamos determinado que hay hueco para nuestra app y que existen
consumidores y/o anunciantes predispuestos a invertir su dinero en ella, es el
momento de la pregunta del millón, si debemos ofrecer nuestra app de
manera gratuita o si, por el contrario, queremos cobrar por su descarga.
Ambas
modalidades tienen sus ventajas y sus inconvenientes, con lo que será cuestión
de cada desarrollador valorar los distintos factores y tomar una decisión.En el
caso de ofrecerla aplicación a coste cero conseguiremos que la base de usuarios
crezca de manera mucho más rápida, favoreciendo así la captación de nuevos
consumidores y acelerando el éxito de la app en la respectiva tienda. Sin
embargo, en estos casos no obtendremos beneficios directos por la producción de
la app, con lo que tendremos que optar por otras modalidades de monetización
para rentabilizar el trabajo.
Cómo monetizar una aplicación
gratuita
Aunque
parezca una dicotomía, es posible obtener suculentos ingresos con una
aplicación a priori gratuita. La primera opción en esa línea son las compras
‘in-app’, es decir, el pago por complementos o añadidos dentro de la propia
aplicación. En el caso de los juegos móviles suele ser una de las
modalidades más utilizadas, ya que se logra captar a una gran cantidad de
usuarios al no cobrarles por la descarga de la app, pero se cobra a los más
adictos al juego cuando éstos quieren recuperar vidas o conseguir armas o
vehículos especiales, no accesibles sin pago.
En
esta línea, los desarrolladores pueden optar por producir sus propias líneas de
gestión y pasarelas de pago u optar por plataformas de terceros que ofrecen
estas compras ‘in-app’ como un servicio más, implementable de forma sencilla
mediante un código en la misma aplicación. Entre ellas destaca Tapjoy, una
herramienta dirigida a juegos móviles que se encarga de la compra de monedas
virtuales para el videojuego en cuestión y su transformación en dinero contante
y sonante para el desarrollador.
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